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Formato: Paperback
Idioma: Español
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Es tractava d'una societat en la qual la novel·la tenia mala reputació, i es qüestionava si havia de pertànyer a la literatura. En última instancia, la literatura es consecuencia de un orden cultural en el que se impo- nen, porque se construyen, unas determinadas líneas ideológicas, que conviene distinguir para considerar el impacto que puedan causar en la construcción del significado textual; procede, también, determinar, si la obra pertenece o no a una estructura del mundo do- minante — por clasista — o popular — por marginada —, y reconocer las tensiones que se producen entre una y otra visión del mundo; tales son los objetivos del cultu- ralismo y, en cierto modo, del orientalismo, aunque en este caso no importe tanto analizar la obra literaria, como considerar el proceso de construcción de una ideología distorsionadora — y ha habido una literatura que ha ser- vido de cauce para ello — y la necesidad de proponer otras vías alternativas de conocimiento de las identida- des culturales. 443 Fernando Gómez Redondo / Manual de crítica literaria contemporánea 444 --^, i., ...i V, ili, i 1, i l S í s. í " \. í Más allá de las obras adscritas a un determinado canon artístico debe situarse el espectro de los productos considerados «populares», en cuanto ligados a la llamada cultura de masas; la extensión de los mismos, su codifi- cación, las vías de influencia y de desarrollo, la heterogeneidad de los mate- riales empleados, su aceptación o rechazo por distintos grupos sociales ha requerido la construcción de un nuevo modelo de análisis, en el que conver gen las ciencias sociales y las humanidades: tal es el objetivo del culturalis- mo — o de los «estudios culturales» — al centrarse en obras tan variadas como lo podrían ser una canción popular, una leyenda urbana, una película, un programa televisivo, una sección periodística o un festival de música, por poner unos pocos ejemplos; en cualquiera de estos casos, se trata de vincu lar estos «productos culturales» con los cauces de producción y de distribu- ción, en principio capitalistas, que los posibilitan y que, por tanto, interfie ren en su desarrollo; de ahí que una de sus preocupaciones básicas consista en plantear una «crítica de la economía política de la cultura» Los planteamientos sobre los que reposa esta concepción de estu- dio, que es más filosófico y semiótico que literario, han sido fijados por L.